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jueves, 1 de abril de 2010

EL MUNDO DE LOS GEÓGRAFOS CENTROAMERICANOS: UN OFICIO MUY OFICIOSO: 1970 2005

Esta es la pagina del Dr. Guillermo Carvajal Alvarado, profesor de la carrera de Geografía en la Universidad de Costa Rica. El objetivo de la página es recoger parcialmente la labor investigativa del autor. El lector encontrará diferentes temas abordados siempre con rigor académico.
Los invito a leer los testimonios ofrecidos por un profesional comprometido con la academia y con la sociedad civil.

Los invito a leer los testimonios ofrecidos por un profesional comprometido con la academia y con la sociedad civil.




EL MUNDO DE LOS GEÓGRAFOS CENTROAMERICANOS: UN OFICIO MUY OFICIOSO: 1970 2005

Estas notas elaboradas con una gran libertad, tienden a valorar el ejercicio de los geógrafos en América Central. Se trata de iniciar un dialogo entre los colegas de la regíon que ejercen esta profesión ya sea como profesores universitarios o como funcionarios públicos o bien como consultores privados.
Debo decir que la responsabilidad de lo aquí expuesto es de total responsabilidad del autor, y debo confesar que mi visión no aparezca la más optimista sobre el tema. He puesto como fecha de arranca la década de 1970 pues corresponde al período en que me forme en el seno de la vida académica como geógrafo, al fin y al cabo a lo largo de 35 años de vida universitaria, he leído, discutido, dictado clases, viajado por la región y por eso me atrevo a hacer algunas afirmaciones duras.
EL MUNDO DE LOS GEÓGRAFOS UNIVERSITARIOS
De 1974 al presente se abrió un episodio muy estable en el mejoramiento e inserción de la geografía enseñada como ciencia. Los discípulos se distribuyeron en varias universidades de Europa y Estados Unidos para completar sus estudios doctorales y a su regreso entran a reforzar e innovar el trabajo de sus maestros fue el caso de Gilbert Vargas, Guillermo Carvajal, Luis Guillermo Brenes, Carlos Granados, Víctor Cortés, Willian Zúñiga, Isabel Avendaño, Carlos Elizondo y de muchos otros que han hecho los cursos de especialización que se dictan en el Centro Panamericamo para la Enseñanza y la Investigación en Geografía, con sede en Ecuador.
De igual manera en la Escuela de Ciencias Geográficas se esfuerza por calificar los jóvenes profesionales, salen al exterior a realizar sus estudios de posgrado Mario Luis Chaverrí, José Rueda, Alex Coles, Leonel Somarribas, Luis Nelson Arroyo, Omar Arrieta, Eduardo Hernández, otros profesionales prefieren realizar sus postrados en las universidades públicas nacionales en otras especializadas, especialmente en el campo de la sociología como el caso de Luis Carlos Alfaro, Dionisio Alfaro o Nidia Valle.
En noviembre de 1979, se creo la Asociación Costarricense de Geógrafos (A.C.G.). Según lo define el estatuto sus objetivos fundamentales son promover la unidad gremial de sus asociados y velar por la excelencia profesional de sus asociados. Se propone el mejoramiento científico de las ciencias geográficas, con la finalidad de contribuir en la solución de los problemas de nuestra realidad. Mantiene vínculos estrechos con las universidades donde se enseña la geografía y con instituciones gubernamentales que están relacionadas con los problemas ambientales y el ordenamiento territorial. Hasta la fecha la A.C.G., agrupa a la mayor parte de los geógrafos que trabajan profesionalmente en el país.

LA MAESTRÍA CENTROAMERICANA EN GEOGRAFÍA DE LA UCR
Después de un largo proceso de maduración, se perfila en la Universidad de Costa Rica la oportunidad de dar un salto hacia adelante en la formación profesional. Desde el mes de noviembre del año de 1983, un grupo de profesores encabezados por el Dr. Jean Pierre Bergoeing y el Dr. Guillermo Carvajal constituyen una comisión que preparó el primer plan de estudios de la carrera de maestría en geografía.
La meta del nuevo plan era la de brindarle la opción a los estudiantes costarricenses de poder completar sus estudios de posgrado dentro del país. Esto porque la realidad socioeconómica de muchos graduados en geografía les imposibilitaba ir a México, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Europa u otros países para realizar estudios de especialización. Realizado el estudio y documentado el alto nivel alcanzado por la ciencia geográfica en Costa Rica, se presentó ante el Consejo Nacional de Rectores el expediente para su dictamen, que fue aprobado en octubre de 1985 en la sesión # 85-34, artículo 11 que decía:
“Acuerdo del Consejo Nacional de Rectores.
A. Aprobar el “Dictamen sobre la propuesta de creación de la Maestría en Geografía en la Universidad de Costa Rica”, elaborado por OPES con las siguientes recomendaciones:
“Se autoriza al Sistema de Estudios de Posgrado ( S.E.P.) de la Universidad de Costa Rica- por cuatro promociones- , a ofrecer el programa de Maestría en Geografía con especialización en las áreas siguientes:
- Ordenamiento del espacio socio-cultural.
- Ordenamiento del medio natural.
La matrícula inicial para cada nueva promoción tendrá un cupo máximo de 30 estudiantes.
La Oficina de Planificación de la Educación Superior (O.P.E.S.) realizará una evaluación del programa al concluir la tercera promoción, antes de recibir estudiantes para una cuarta promoción”
B. Comunicar a la institución interesada las observaciones realizadas en la presente sesión por los señores rectores”
El Sistema de Estudios de Posgrado justificó la propuesta de Maestría en Geografía de la siguiente manera:
“La planificación del espacio (el uso ordenado del suelo, la administración de los recursos naturales) es un aspecto fundamental para el desarrollo de Costa Rica. El espacio debe ser entendido en sus dimensiones: lo social y lo físico.
La Geografía, en tanto que síntesis de las ciencias humanas y las naturales, es una ciencia imprescindible para el planeamiento y ejecución de programas de desarrollo.
La creación de un posgrado en Geografía tendría dos efectos principales: Dentro de los objetivos esbozados por la comisión para crear este plan de estudios se señalo:
Profundizar el conocimiento científico de los geógrafos del sistema universitario dotar al país de profesionales altamente capacitados en este campo; orientar la investigación de este nivel a aspectos de estricto interés nacional. Por otra parte, con el progreso de los estudios geográficos, se verían fortalecidas otras disciplinas importantes para el país, como la cartografía, la geomorfología y la climatología.
Con base en lo anterior, resulta evidente que el geógrafo especializado tiene un papel definido en la sociedad costarricense. La escasez de este tipo de profesionales, tanto en Costa Rica como en el área centroamericana, se ha venido supliendo con profesionales de disciplinas afines pero que no reúnen las características de un especialista en este campo” (Consejo Nacional de Rectores. Oficina de Planificación de la Educación Superior. Dictamen sobre la propuesta de creación de la maestría en geografía en la Universidad de Costa Rica. Agosto de 1995:3).
La maestría centroamericana en Geografía constituye el mayor grado académico a que pueden optar los geógrafos centroamericanos. La Universidad de Costa Rica y la Escuela de Geografía asumieron el reto histórico de preparar a los estudiantes a niveles altamente especializados.
En la actualidad 2 002, el posgrado en geografía se encuentra en la sexta promoción y los beneficios han sido satisfactorios. Se ha propiciado la venida de profesores visitantes como: Juan Francisco Martín Ruíz de la Universidad de la Laguna de España, Gerhard Sandner de la Universidad de Hamburgo en Alemania, Jean Louis Coll de la Université de Toulouse Francia, Isaac Ibuzo de la Universidad de Extramadura España.
El programa de maestría en geografía ha ampliado el horizonte en la formación de profesionales altamente capacitados y con un énfasis marcado hacia la investigación hacia aspectos de interés de Costa Rica y del área centroamericana.

LOS CONGRESOS DE GEÓGRAFOS COSTARRICENSE 1984 Y 1997
En el mes de Agosto de 1984 se realizó el primer congreso de Geografía de Costa Rica. El congreso que giró en torno a la temática Geografía y Desarrollo. En las instalaciones del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, el cónclave se reunió durante una semana, se discutieron cerca de 35 ponencias.
El congreso contó con el repelado de las autoridades de las universidades públicas, del Instituto Geográfico Nacional, y con el apoyo del Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), agrupo a más de 150 profesionales en el campo, contó con la participación de colegas venidos de la América Central. Este evento académico demostró la calidad organizativa y el nivel de primera línea que ha alcanzado la geografía en Costa Rica.
Dentro de las preocupaciones más inmediatas que se vislumbra dentro de la comunidad geográfica esta la urgencia de fortalecer la A.C.G. y la necesidad de agruparse en el colegio profesional, y la definición adecuada de las funciones que puede desempeñar un geógrafo en la función pública.
Más recientemente y con apoyo de la Oficina para la colaboración Científica de Centroamérica de la embajada de Francia se realizó un nuevo congreso con una agenda abierta. El evento fue organizado por las dos Escuelas de Geografía de Costa Rica y hubo participación importante de colegas de los países de la región. Lamentablemente los resultados de las disertaciones y las ponencias no fueron publicadas lo que de afecta la posibilidad de hacer una valoración de la calidad, cantidad y profundidad de la agenda tratada. La falta de experiencia en la organización de este tipo de eventos fue notaria y no se aprovecho la capacidad instala en un país como Costa Rica, los resultados a 5 años de concluido el eventos son inciertos.
Otras actividades académicas que reúnen a profesionales de la región se realizan en estos últimos años, en Panamá la semana geográfica moviliza a los geógrafos panameños y a algunos colegas que por contactos personales pueden ser invitados, de igual manera la quincena geográfica organizada por el Centros de Estudios Centroamericanos y Mexicanos (CEMCA) con sede en Guatemala organizó un evento muy amplio a nivel nacional entre el 25 de Febrero y el 08 de Marzo del 2 002 , este evento se realiza en el momento en que poníamos punto final a esta investigación, apenas hemos tenido ocasión de tener el programa a mano, pero nos ha parecido muy satisfactorio el impulso que asumen las reuniones e intercambios entre geógrafos de la región, este acercamiento ayudará a tener una mejor visón de lo que sucede en la región y podrá a unir a equipos de investigadores para estudiar temas afines, este paso sería deseable se empiece a dar en lo próximos años.

NUEVOS RUMBOS DE LA GEOGRAFÍA COSTARRICENSE

En síntesis que en los años de 1973-1974, se abrió un episodio muy estable en el mejoramiento e inserción de la geografía enseñada como ciencia. Los discípulos se distribuyeron en varias universidades de Europa y estados Unidos para completar sus estudios doctorales y a su regreso entran a reforzar e innovar el trabajo de sus maestros. Indiscutiblemente hoy día la ciencia geográfica tiene un sitial en las universidades públicas del país, sus aporte son indispensables para mucho otros investigadores y ya son perceptibles los cambios que hay que introducir en la enseñanza secundaria, hasta ahora apenas se empiezan a insinuar, pero se tiene conciencia que esta es la piedra que lástima al caminar y que urgentes reformas se hacen necesarias.
Mientras tanto nuevas generaciones de geógrafos ponen en práctica cotidianamente sus conocimientos, el empleo de egresados de las carreras de geografía de la Universidad de Costa Rica y de la Universidad Nacional afianzan sus posiciones en el sector público, no ya para demostrar que el enfoque geográfico es útil, sino para producir conocimiento socialmente transformador.




LA CIENCIA GEOGRAFICA EN CENTROAMERICA: REPENSAR EL CAMINO RECORRIDO

Es sorprendente pero si se busca dilucidar la siguiente interrogante: ¿Cuántos ciudadanos en la América Central pueden leer un mapa?. Por supuesto que no existen estadísticas para ningún país, sin temor a caer en exageraciones la tasa de analfabetismo cartográfico alcanzaría cifras asombrosas. Esta situación es perceptible en el ámbito de la vida cotidiana, la inmensa mayoría de la población no sabe orientarse en el terreno y es incapaz de reconocer en un lugar la relación de los puntos cardinales; cuántas veces preguntamos a un ciudadano ordinario una dirección y nos envía al norte cuando en verdad el sitio que buscamos se encuentra al este.

Este tipo de errores tan frecuente en nuestra población, muestra el analfabetismo geográfico, y eso hablando de conocimientos sencillos de adquirir que no demandan mayor destreza. En casi todos los países de la región el acceso al público a productos cartográficos exactos, sobre todo para escalas mayores a 1: 100 000, es sumamente restringido, siendo estos de uso exclusivamente militar.

El saber leer un mapa es, y ha sido, el privilegio de unos pocos. El que sabe pensar el espacio y ubicarse en él, tiene finalmente, un cierto poder sobre los demás. De hecho, la paranoia cartográfica de la inmensa mayoría de los militares de la región refleja claramente el rol del saber pensar el espacio. Parece absurdo en esta época, donde la imagen se ha impuesto sobre la palabra, donde desde el espacio aéreo se profundiza el conocimiento sobre las actividades productivas actuales y potenciales de la sociedad que escapan a la soberanía nacional.

Los países más avanzados en el campo del desarrollo satelitar a través de la información que obtienen de la teledetección, poseen mil veces más información que los mapas topográficos convencionales. He aquí una doble alienación: las naciones desarrolladas conocen más el territorio y el potencial de nuestros recursos que los militares y estos a su vez, por lo menos en muchos países de la región, esconden la información a los investigadores civiles y a la ciudadanía en general. Esta doble contradicción deja claramente ilustrada esta idea de la importancia de poseer representaciones gráficas o imágenes del espacio, aunque la geografía no se agota ahí ya que como ciencia tiene un objeto que va mucho más allá que la pura representación en el espacio, la cartografía bien podría ser entendida con el lenguaje a través del cual el geógrafo expresa los resultados de sus investigaciones.

De ahí la importancia de la cartografía, al respecto la función de los Institutos geográficos ha sido la de compilar y elaborar la cartografía base con gran precisión. Hoy día la cobertura cartográfica de esta región es mucho más precisa y rigurosa que nunca y en sí, como lo sabemos los geógrafos, los mapas siempre son muy útiles. Esto no lleva a plantear el rol medular de los Institutos Geográficos: no es tanto quien produce el mapa sino quien controla su difusión.


LA ENSEÑANZA DE LA GEOGRAFÍA EN LA REGIÓN

Por largos años en la región de América Central, el estudio y la enseñanza de la geografía ha quedado relegada a la educación primaria y secundaria. Los conocimientos de esta ciencia se mezclan con los de la historia y en otros casos con una mezcla heterogénea de conocimientos procedentes de diferentes partes de las ciencias sociales que se denominan “Estudios Sociales “ y en algunos casos Ciencias Sociales.

En estos niveles de la educación formal más que formación geográfica lo que se entrega son informaciones geográficas muchas de ellas a un nivel bastante elemental. Cierto que estos conocimientos que reciben los niños y jóvenes de América Central a un saber coherente, ordenado y sistematizado como corresponde a cualquier ciencia. Pero también el profesional encargado de impartir esta formación no ha sido entrenado en la universidad o en las escuelas normales para que pueda diferenciar entre un conocimiento geográfico y la puesta en práctica de una estrategia metodológica que lo lleve a insertar esa información dentro de una explicación o un cuerpo doctrinario.

Los educadores de primaria y de segunda enseñanza no siguen una formación adecuada como para transmitir el quehacer geográfico a sus futuros educandos. En muchas ocasiones el maestro o el profesor se encuentra desvalido para poder enseñar conocimientos geográficos: carencia de textos escritos en español, falta de recursos didácticos o incoherencia en los programas de estudio. En fin, muchas circunstancias afectan al docente para que cumpla un buen cometido en la enseñanza de los conocimientos geográficos.

A falta de todos los recursos enumerados y a las dificultades propias que implica ejercer la profesión de educador en nuestra área, el docente se siente desmotivado. Esto ha repercutido en que la transmisión de informaciones geográficas no sea la más amena, ni despierte interés y la sed de nuevos conocimientos en el alumnado.

Esta situación de por sí ya desfavorable al proceso de enseñanza -aprendizaje se combina con otros factores adversos, como el predominio de una pedagogía preponderantemente expositiva de tipo bancario que produce en los educandos una aversión por el conocimiento de los procesos que se suceden en la epidermis de la tierra. Estas razones han incidido en que se haya privado ya por muchos años a las jóvenes generaciones, de ensanchar sus conocimientos, de poder conocer y aprender a observar y valorizar su cultura propia y otras culturas y formas de organización territorial.

¿DE QUÉ MANERA SE HACE GEOGRAFÍA EN EL ITSMO?

Vista la geografía como un saber memorístico, como un recuento de ríos, montañas, ciudades y datos aislados sobre población, clima y producción de cualquier área del mundo, parece efectivamente un saber desarticulado y poco interesante y alejado de la ciencia. Efectivamente para que un saber alcance el rango de ciencia debe reunir una serie de requisitos, pero fundamentalmente debe poseer un método para realizar observaciones sobre un objeto preciso o sobre una parcela de la realidad.

De ahí que el dominio de un gran número de informaciones o conocimientos no da la certeza que se trate de una ciencia. Los epistemólogos hacen una diferencia entre el conocimiento popular y el científico. Esta distinción esta no está dada por las cosas o hechos estudiados, sino por la manera como se les conoce.

El quehacer científico impone objetivos al proceso del conocimiento y asume conscientemente una metodología. Además, establece una relación dialéctica, una interrelación entre los hechos, como objetos del conocimiento y la estructura conceptual de la ciencia. Al ser captados por la estructura conceptual del conocimiento científico, los hechos superan su factibilidad, su cualidad de ser hechos, y adquieren la dimensión de datos científicos.

En América Central ha persistido la tradición de enseñar la geografía como un conjunto de informaciones, sus conocimientos no se refieren a un objeto de estudio preciso y quizás lo más grave es que existe una escasa investigación geográfica.

La revisión de la literatura que se utiliza en la escuela y en el colegio pone en evidencia que los textos no son preparados por profesionales formados en el campo de la geografía. Las informaciones aparecen entremezcladas con ideas procedentes de otras disciplinas: antropología, biología, politología, historia, sociología, demografía, economía, entre otras.

UNA ESCASA PRODUCCIÓN GEOGRÁFICA

Revisando la producción geográfica de la América Central sobresalen los manuales con las características de la geografía de cada país, constituyen las llamadas Geografías Patrias. En estas obras se generalizan hechos y fenómenos que caracterizan lo propio de cada país. estas obras responden a otras necesidades, como la de dar a conocer a un público muy amplio, fundamentalmente la población con niveles más elevados de educación formal, una serie de conocimientos como: regiones geográficas, variaciones climáticas, formas de relieve, tipos de suelos, formaciones geológicas, principales productos de exportación, tipo de productos el consumo interno, atractivos turísticos; entre los principales temas. Son obras de geografía general, variables en su calidad y en los niveles de profundidad. Se caracterizan, por presentar una información lo más amplia posible.

Una de las mayores dificultades a las que se enfrenta el estudio de la geografía de América Central y que salta a la vista cuando se revisa la producción de los textos existentes son los rápidos cambios en el paisaje físico y social. La realidad tan cambiante de una región contrasta con una ciencia geográfica aún preponderamente muy tradicional, conservadora, y tecnocratizante Mientras en el mundo la ciencia geográfica avanza muy rápidamente y los enfoques cambian a pasos agigantados, se descubren nuevos temas de interés.

Las geografías Patrias corresponden a enfoques tradicionales, con el gran inconveniente que la información fáctica es rápidamente rebasada por la realidad. La información sobre hechos, procesos y acontecimientos no se actualiza. De forma tal que estas geografías muestran muy rápidamente rezagos con los procesos de ocupación territorial de cada uno de los países. Esto hace que la dinámica de los hechos propios de la naturaleza física de América Central se muestre anticuada y que los hechos sociales aparezcan e superados por una realidad que es muy convulsa.

La riqueza de fenómenos físicos y sociales pueden convertir la ciencia geográfica aplicada a la América Central como una empresa prometedora. Pero la realidad demuestra todo lo contrario, la notable falta de textos integrados, salvo algunas honrosas excepciones, indica que los geógrafos de la región han mantenido una visión provinciana, encerrada en las fronteras convencionales de cada país.

Dentro de los materiales disponibles en la región se debe agregar: Los Atlas Geográficos Nacionales, son documentos que reúnen una variedad grande de mapas sobre la geografía de cada país, son documentos de gran utilidad y realizados con mayor profesionalismo ya que aquí confluyen esfuerzos de geógrafos, cartógrafos y otros especialistas. Por ejemplo, el Atlas Hidrológico de Guatemala, el Atlas de Costa Rica en 1973, el Atlas de Panamá en 1975, el Atlas de El Salvador. Esta son obras muy costosas ya que generalmente están editados en color. La confección, elaboración y edición de estos materiales es realizada por los Institutos Geográficos o por instituciones gubernamentales de cada país.

LA GEOGRAFÍA DE CORTE ACADEMICISTA

Hasta el presente se puede afirmar que la geografía académica, para utilizar la expresión de Lacoste, se ha difundido poco en la región. En Costa Rica la geografía se enseña como materia universitaria desde la fundación de la Universidad de Costa Rica en 1940. Sin embargo, no fue sino hasta en 1974 que se creó el Departamento de Geografía que formó parte hasta 1997 de la Escuela de Historia y Geografía.

En aquel momento, el Departamento de geografía de la Universidad de Costa Rica, planteó desde 1974 un cambio curricular sustancial surgiendo la primera unidad académica formadora de geógrafos profesionales, con un perfil diferente al de educador en Estudios Sociales.

También en 1974, la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional en Heredia inició la carrera de geógrafo profesional. En Costa Rica ambos centros académicos han ofrecido los grados de bachillerato y de licenciatura. Desde 1985, el Departamento de Geografía de la Universidad de Costa Rica ofrece un plan de estudios conducente a la maestría en geografía, con especialidad en el área centroamericana.

A partir del año de 1988, el Departamento de Geografía de la Universidad de Costa Rica, publica la revista Geoistmo, a la fecha, se han editado 12 números. La Escuela de Ciencias Geográficas publica la revista de Geografía de América Central. En la actualidad, va por el número 29, lo cual demuestra ya tradición y acumulación de importante experiencia.

En Panamá la geografía Académica tuvo sus inicios con las clases del Prof. Ángel Rubio, desde finales de la década de 1940. Impulsor de la enseñanza de la geografía en el ámbito universitario, a su muerte dejó un grupo representativo de discípulos que han mantenido encendida la lumbre que encendiera el maestro. Se publican dos revistas Tierra y Hombre y Documentos Geográficos. Ambas revistas de buena calidad, pero con los consabidos retrasos de todas las publicaciones periódicas de la región. En Panamá existe la carrera de geógrafo profesional y se mantuvo abierto por un par años en programa de maestría que recientemente se cerró.

El relevo lo ha tomado la Universidad Autónoma de Chiriquí que con un gran vigor a asumido la formación de geógrafos profesionales. La UNACHI, cuenta con un programa de maestría y ya por lo menos dos generaciones de estudiantes han concluidos sus cursos teniendo pendientes la investigación. El programa de maestría de la UNACHI en Chiriquí Panamá ha sido un punto de encuentro para docentes de Panamá y de Costa Rica. La directora del programa la MSc Gloria Henández con mucho acierto y el apoyo presupuestario ha podido organizar un programa de posgrado con una planta docente de lujo, de profesores de Costa Rica y de la Universidad de Panamá.

En Honduras, los esfuerzos del Dr. Noé Pineda Portilla cristalizan en los años de 1980 con la fundación de la Universidad Pedagógica. Ahí los profesionales dedicados a la enseñanza de los Estudios Sociales cuentan con cátedras especializadas en geografía. En esta Universidad con el apoyo de la cooperación de la Oficina de Cooperación Técnica y Científica de la Embajada de Francia se han establecido directrices para apoyar el desarrollo de una carrera que desemboque en la formación de geógrafos profesionales. Con el apoyo de profesores franceses y de la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica jóvenes profesionales reciben una formación especializada y es de esperarse que en los próximos años se de una renovación de la planta docente y que estos jóvenes estudiantes vayan cargados de entusiasmo con la misión de iniciar labores científicas en un campo tan prometedor.

En Nicaragua, desde 1970 se hacen esfuerzos sostenidos por introducir dentro de las carreras profesionales, la de geógrafo profesional, los avances han sido lentos y los planes no han tenido continuidad, con muchos altibajos la Universidad de Managua ha intentado en por lo menos dos ocasiones de abrir la carrera de geógrafo profesional, la fuerte crisis económica y la carencia de apoyo financiero han dado al traste con los primeros intentos. Curiosamente es un país que cuenta con excelentes profesionales en este campo pero que su labor profesional la realizan en el Instituto de Estudios Territoriales (INETER), un a institución de avanzada en la región centroamericana, cuyos objetivos están enfocados al desarrollo del ordenamiento territorial.

En esta síntesis, la geografía universitaria, aquella geografía desarrollada por ciudadanos civiles, de corte academicista es de reciente desarrollo; en el resto de la región aunque existen algunos geógrafos dentro del claustro universitario, su función es la de enseñar cursos de “servicio” que por lo general corresponden a verdaderas Geografías Patrias, destinadas a futuros profesionales de otras disciplinas.

Esto demuestra que la ciencia geográfica aún no ha logrado su propia identidad dentro de la vida universitaria. Aún persiste la idea que la geografía es cúmulo de informaciones que puede brindar cultura general, pero que está alejada de toda práctica social.

LOS INSTITUTOS GEOGRÁFICOS EN AMÉRICA CENTRAL

Esta institución de carácter estatal, esta presente en cada uno de los países de la región. Pese a su denominativo, no necesariamente han sido centros de investigación, difusión y florecimiento del conocimiento geográfico. En estas instituciones se pueden identificar con claridad dos períodos: Desde su fundación hasta finales de la Segunda Guerra Mundial y de 1945 hasta el presente.

La periodización se establece con base en las metas, y los estilos estilos de trabajo que trazaron el rumbo institucional. De cierta manera, esta periodización tiene validez para todos los institutos geográfico de la región.

Durante la primera etapa, la preocupación de estas instituciones estuvo estrechamente vinculada al reconocimiento cartográfico detallado de los territorios de cada país. La cuestión limítrofe ocupó un papel privilegiado, junto al reconocimiento de regiones que habían quedado al margen de la colonización y del poblamiento.

En esta primera etapa, estos institutos cumplieron un papel pionero, financiaron exploraciones de carácter geográfico y su objetivo principal era el de trazar el mapa de cada país. Con esta primera fase, la exploración y el reconocimiento del territorio eran claves. A esta tarea se unieron naturalistas venidos del viejo mundo, que a finales del siglo pasado y principios del presente, sentían la necesidad de mejorar el acervo de conocimientos existentes sobre la flora y fauna de una de las regiones del globo que cuenta con mayor biodiversidad.

En esta primera etapa los intereses expansionistas o colonialistas de las potencias europeas y de los Estados Unidos se mantuvieron al margen de la penetración cultural e ideológica.

En la segunda fase, después de 1945, con el inicio de la guerra fría y la repartición del mundo en áreas de influencia de las grandes potencias hegemónicas, fue notable el cambio de orientación que sufrieron estas instituciones. Los institutos de la región signatarios de las convenciones internacionales quedaron sujetos a los intereses militares y expansionistas de los Estados Unidos. Durante esta segunda fase se relega a segundo plano la misión cultural, académica y de investigación y se privilegió la elaboración cartográfica y la toma de fotografías aéreas.

Los Institutos Geográficos se convirtieron en centros de interés militar, quedando excluidos los geógrafos civiles. A través de convenios internacionales con el Instituto Geodésico Interamericano se estandarizaron los procesos técnicos y la base para la elaboración de los llamados mapas bases, que se realizan a escala 1: 50 000 y 1: 20 000, también se elaboró la cartografía de detalle 1: 25 000.

La dirección de estos institutos estuvo bajo el control militar, los pocos geógrafos profesionales de la región quedaron al margen del proceso de elaboración de los mejores mapas bases. La cartografía quedó en manos de ingenieros civiles, militares de carrera y técnicos. El interés de los Institutos Geográficos fue el producto final, es decir el mapa base. La escasa o ninguna formación académica en el campo de la geografía de los funcionarios de estos centros es una garantía de seguridad para los militares de estos países y de los Estados Unidos. Al extremo que el análisis y la interpretación y la transferencia de mapas y fotografías aéreas perdió los fines civiles. Estos materiales se pusieron al servicio de la potencia que subvencionó a través de substanciosas ayudas económicas el funcionamiento, y la existencia de estos centros.

La división social del trabajo operó de tal manera que el técnico tiene una función específica, pero en general está incapacitado para sacar provecho del material que él contribuyó a elaborar. De tal manera que no puede servirse de esa herramienta vital que es la materia prima de la investigación geográfica.

El análisis e interpretación quedó en manos de las autoridades militares, y a estos les interesa un fin práctico para operativos militares, movilización o desmovilización de la población. Sobre estas actividades el militar no deja un testimonio escrito, aparte de no estar preparado, no es tampoco su finalidad.

De ahí que la geografía militar centroamericana sea empírica, pragmática y esté desligada de cualquier práctica académica. La meta es servir a los intereses propiamente militares o a los de los gobernantes, es una geografía al servicio de la represión, al de los proyectos estatales, desvinculada de la comunidad.

La evolución de los Institutos geográficos muestra de manera clara como se desvirtuaron sus propósitos originales con el advenimiento de la guerra fría. Desde 1945, estos centros han sido un brazo más de los ejércitos de cada país y se convirtieron en Institutos Geográfico- Miliatares.

Este lujo de precauciones puede parecer actualmente algo ilusorio, si se trata de precauciones contra un enemigo exterior, cuando los satélites proporcionan millares de fotografía que permiten realizar mapas extremamente detallados. Pero es un hecho muy sistemático que en muchos países del Tercer Mundo se halla prohibido la venta de mapas a gran escala a partir del momento en que las tensiones sociales han alcanzado cierto nivel.

Por suerte en la propia región centroamericana se encuentran excepciones. El Instituto Geográfico Nacional (I.G.N), en costa Rica. A diferencia de sus homólogos no lleva el distintivo militar, aquí en este pequeña república de los Balcanes centroamericanos, la conducción del Instituto Geográfico Nacional ha estado siempre en manos de civiles: intelectuales destacados que se han preocupado, cada vez más, por conocer mejor cada porción del espacio costarricense y que han hecho públicos sus descubrimientos en las diferentes publicaciones del Instituto Geográfico Nacional y después de 1950 en su propia revista llamada, El Informe Semestral.

Los materiales que publica el I.G.N están a disposición de cualquier usuario: fotografías aéreas, mapas temáticos, hojas del mapa base, los investigadores pueden recurrir a las imágenes satélites, en síntesis existe libre uso de fuentes de información que en el resto de los países de la región están confiscadas a los ciudadanos. En Costa Rica los geógrafos tienen acceso directo a cualquier tipo de documentación que posea el I.G.N.

Los avances en el campo de las telecomunicaciones, el acceso de los profesionales a sistemas de comunicación por redes como bitnet e Internet, donde circulan millones de páginas diarias, documentos e imágenes hacen ver a los militares centroamericanos y a todos aquellos que practican la censura sobre el conocimiento lo irónico de sus actos represivos.

LA GEOGRAFÍA Y LA CRISIS CENTROAMERICANA

La América Central, es una de las áreas del mundo que más ha experimentado cambios geográficos, aceleradas tasas de crecimiento demográfico, urbanización, pueblos enteros trasladados como producto de las guerras internas que se libran en muchos países, problemas agudos en el manejo de los recursos naturales que se expresan en tasas de deforestación y una alta contaminación de campos y ciudades. De ahí que mapas publicados a fines de los años setenta están completamente obsoletos en la actualidad. Estos cambios inusitados hacen necesario contar con una cartografía actualizada y demuestran la necesidad de investigar, de poder hacer estudios comparativos entre países, o en un mismo país poder comparar el avance del frente urbano, de la tasa de deforestación, los cambios en los cursos de aguas, las inundaciones y los deslizamientos. Para el geógrafo es curioso el mapa es punto de partida, pero también es un punto de llegada, de la comparación de diversos mapas deriva conjeturas plantea hipótesis y finalmente produce conocimiento socialmente necesario.

Desde la perspectiva regional el geógrafo tiene un papel clave por cubrir; en vista del autoritarismo y centralismo imperante en los esquemas de desarrollo económico, en toda la región es claro el predominio de un centro medianamente desarrollado, donde se concentran los beneficios económicos que genera la sociedad como un todo y una periferia rural, mal articulado a los circuitos mercados internos e internacionales, donde los desequilibrios sociales y la pobreza son más agudos.

Desde esta perspectiva los estudios regionales tienen que desvelar los esquemas de dominación territorial y la forma a través de la cual se bloquea la llegada del bienestar a las regiones periféricas. Así por ejemplo en la actualidad la crisis económica que afecta la región no tiene los mismos efectos en las áreas urbanas y muy particularmente en las capitales que en las zonas más alejadas y más mal conectadas con los ejes de articulación territorial. En todos los países, los incrementos de precios al consumidor, la inflación varían de una región a otra. Estos estudios no se han realizado y tan sólo se intuyen estas diferencias, pero por supuesto que este tipo de investigación por el potencial de denuncia que lleva implícito jamás va a ser realizado por los tecnócratas oficialistas. Desenmascarar estas situaciones que perpetúan los desequilibrios sociales, económicos y políticos son una tarea primordial para el geógrafo.

La situación geopolítica del istmo, los condicionantes internos y externos, la condición intrínseca de puente entre el Caribe y el Pacífico ha posibilitado la construcción de obras de infraestructura, como el Canal de Panamá y el oleoducto que afectan los intereses estadounidenses en la región. El surgimiento de regímenes rupturistas con la política de los Estados Unidos ha tendido a condicionar un conflicto que muchos especialistas explican remitiéndole al conflicto entre comunismo y democracia. Más recientemente los japoneses interesados en la construcción de un canal interoceánico, utilizando las aguas de del río San Juan y del Lago de Nicaragua, viene a agregar un nuevo elemento para la reflexión en términos de Geografía Política y de Geopolítica de la región.

Por otra parte temas relevantes como el estudio del impacto de la deforestación, la erosión, contaminación y en general ante el deterioro del ambiente han sido más los biólogos e ingenieros forestales y algunos ingenieros civiles los que han asumido un rol de denuncia a través de estudios bien documentados.

La migración campo-ciudad y sus efectos en las áreas urbanas, los flujos de población, la selectividad migratoria y los efectos sobre la estructura demográfica, el efecto sobre la formación de barriadas espontáneas, la migración internacional, el refugio y el exilio de importantes contingentes de población en los países de recepción como Belice, Costa Rica y México. De allí que no sea sorpresa encontrarse que en los centros de investigación dedicados a la investigación de los temas antes mencionados, se carezca de profesionales formados en geografía.

Por otra parte, en el tema de la guerra, que por naturaleza misma debería interesar más al análisis geográfico ya que implica tácticas de manejo del territorio, conocimiento del mismo para poderse desplazar. La transformación urbana y las tendencias concentradoras de las ciudades capitales con las consiguientes secuelas de escasez de servicios, problemas de vivienda, tugurización del espacio, han llamado muy poco la atención; A excepción de los estudios sobre ciudad Guatemala del Centro de Estudios Urbano-Regionales(CEUR), y los esfuerzos desplegados por la Consejo Superior Universitario de Centroamericana (CSUCA).

El abanico de temas por investigar sería por supuesto inagotable y solamente se esbozan algunas ideas, para demostrar precisamente la utilidad y la urgencia de contar con profesionales capaces de emprender estas nuevas tareas. Esto nos demuestra que el análisis geográfico como tal, trasciende la función que se ha asignado en las escuelas y centros de enseñanza secundaria y en los Institutos Geográficos.

Como saber estratégico, como aprehensión del espacio, la geografía académica de corte universitario se ha mantenido muy al margen de la situación explosiva que asola la región. La geografía ha sido reducido a una condición de minusvalía que ha impedido generar la información socialmente necesaria para abrir la ventana que permita mostrar que la geografía va más allá que una simple descripción del ecúmene. Con enfoques más o menos tecnocratizantes el análisis y estudio del paisaje se ha mantenido dentro de cánones muy tradicionales. Curiosamente otras ciencias sociales y naturales participan activamente en la denuncia de las condiciones de opresión, totalitarismo, autoritarismo a que esta sujeta la población centroamericana. No han existido geógrafos que se interesen por los esquemas de manejo del territorio intrínsecos en las modalidades de desarrollo político que se manifiestan en la región.

Los geógrafos civiles de corte académico se han encerrado en sus aulas universitarias a desarrollar una ciencia muy distante de la realidad y de la necesidad en cuanto a aporte de conocimiento. De ahí que la disciplina mantenga un reconocimiento dudoso entre los científicos de la región.


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Esta es la pagina del Dr. Guillermo Carvajal Alvarado, profesor de la carrera de Geografía en la Universidad de Costa Rica. El objetivo de la página es recoger parcialmente la labor investigativa del autor. El lector encontrará diferentes temas abordados siempre con rigor académico.
Los invito a leer los testimonios ofrecidos por un profesional comprometido con la academia y con la sociedad civil.

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